jueves, 29 de julio de 2010

Casi El Paraíso: La mentira y simulación como vehículo hacia éste


La novela del periodista y escritor Luis Spota refleja la hipocresía y simulación que impera en las llamadas “clases altas” de la sociedad a nivel mundial, en este caso limitándose al Jet Set de la posguerra en el que abundaban los títulos nobiliarios, la historia se sitúa en México como consecuencia del refugio que buscaron algunos miembros de la nobleza europea en nuestro país a raíz de la II Guerra Mundial y los cuales eran objeto de culto y pleitesía por parte de las “buenas familias mexicanas”.
Reproduciendo en buena medida el ambiente que imperaba en aquella época, la trama de esta obra bien podría situarse en la sociedad actual, que sigue determinando el valor de la gente a partir de su origen, raza y riqueza material, en la cual la llamada ”prensa del corazón” decide la agenda respecto al tema con contenidos que desmenuzan minuciosamente las historias plagadas de cursilería y estereotipos acordes a la semántica de la “gente bien”.
He de reconocer el placer que provocó en mi el desenlace la historia, con un supuesto noble venido a menos (Ugo Conti) que cimentó su éxito a base de mentiras, simulaciones, traiciones y algunos recursos vigentes en no solo en aquella época, sino en la actualidad.
Y principalmente confirma que ese tipo de dinámicas dentro de la sociedad y básicamente en las clases altas, la ”cosificación” de la que son objeto los personajes de la trama, demuestra como su presencia tan celebrada, suele ser prescindible y
reemplazable. Irónicamente al momento en que Amadeo era deportado del país, su amigo Francesco, que tanto había advertido al protagonista sobre la mesura e inteligencia con la que se debía conducir para evitar algún problema era recibido con grandes honores al llegar al país, su punto de quiebra fue la deslealtad hacia la gente que lo apoyó, sumada a la indiferencia recibida por parte de sus amigos de la sociedad mexicana para los cuales ya no era útil.
Citando un fragmento del libro en el que se establece un dialogo entre la Condesa von Becker y Ugo Conti, ésta le señala al príncipe que la cosificación de las personas como medio de obtención de prebendas y beneficios no solo se limita al engaño al que someten a los “socialites mexicanos”, ya que ellos también se valen de la supuesta cercanía con la nobleza para escalar dentro de ese cerrado circulo al que pertenecen y en el que pretenden destacar gracias a la llamada “meritocracia” que abunda en la idiosincrasia de los mexicanos.
Fortunas amasadas a partir de la corrupción, el fraude y la traición a los principios revolucionarios de algunos de los personajes no es un factor de importancia y mucho menos es cuestionado el origen de la riqueza de por ejemplo el general Castro o el mismo Alonso Rodia, lo importante y trascendental son cuestiones banales referentes a los bienes o recepciones que ofrecen, viajes o al extranjero o la amistad que pueden trabar con nobles refugiados en México, que no tienen mayor virtud que raíces dentro de la realeza europea.
Desde luego que mi análisis sobre la trama se esta limitando a los acontecimientos que se suscitan en México, dejando de lado los sucesos que anteceden a la trama en nuestro país y que son determinantes en la manera de conducirse del dichoso príncipe Ugo Conti, que no es más que el resultado de una juventud plagada de carencias y rencores acumulados debido a la decadencia que se vivía en aquel continente en los tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Por lo tanto para los europeos en ese momento México representaba “Casi El Paraíso” para los refugiados del viejo continente, como lo insinúa Amadeo en alguna parte de la historia y que por supuesto le facilitaban sus planes en gran medida, ya que uno de nuestros principales defectos como sociedad es la fascinación que tenemos como mexicanos por los extranjeros a los cuales en algún momento consideramos superiores de acuerdo a factores irrelevantes y vacíos.
La palabra “vacío” considero que es una de las constantes en la vida de los personajes de la obra de Spota, ya que pretenden sustituir algunas carencias emocionales e intelectuales mediante el obsesivo cuidado de las formas dentro del hermético y reducido grupo al que pertenecen o aspiran pertenecer.
Una gran muestra de la decadencia de esos valores estandartes de la modernidad y las buenas costumbres, son la infidelidad y promiscuidad --consideradas ajenas a la “gente bien”-- recurrentes dentro de la historia, las relaciones de infidelidad que se dan dentro de “Casi El Paraíso” sufren una especie de complicidad de parte de los “socialites” debido principalmente a la obsesiva intención de evitar el escándalo a toda costa y en algunos casos como medio para obtener beneficios políticos o empresariales que no son mal vistas mientras el fin justifique el medio para su obtención, es decir un uso maquiavélico del sexo.
De modo que se confirma la doble moral muy común en la sociedad mexicana no solo durante el siglo pasado, sino en tiempos recientes y que se agudiza en gran medida debido a la influencia de los medios de comunicación y las aspiraciones dictadas desde el sistema, que determina el funcionamiento de la sociedad, que perdona y condena en función de los intereses y patrones que dictan el devenir de los individuos.
Finalmente estoy convencido que la critica que realiza el escritor Luis Spota no solo encaja en la sociedad mexicana de aquel tiempo, sino en cualquiera que se considere moderna.
Desafortunadamente el valor de la gente de acuerdo a su posición social, origen, riqueza y condiciones físicas es un factor que determina el trato o el desarrollo de un individuo dentro de la sociedad, restando importancia a la capacidad intelectual con la que puede contar persona alguna carente de los atributos anteriormente citados.
Las llamadas “revistas de sociales” o de “chismes” cuentan con una gran preferencia dentro del publico, que en algunos momentos puede estar mejor informado respecto a este tipo de temas de importancia mínima, sobre otros que son determinantes para su bienestar.
El caso de México es por demás significativo ya que actualmente si bien no contamos con miembros de la realeza dentro de nuestros ilustres “socialites”, las estrellas de la televisión, políticos y los miembros de las familias ricas de México entre otros son considerados una especie de nobleza que mantiene al pendiente de sus acciones a la sociedad en general.
Reitero que ese afán aspiracionista de la sociedad mexicana es un factor que contamina a la ciudadanía en general, exenta a los personajes públicos de la critica y les confiere una especie de omnipotencia determinada por los intereses que puedan representar.
Curiosamente los eventos sociales como los que recrea Spota en su obra son frecuentes en México, las funciones de caridad o las subastas en las cuales podemos encontrar a este tipo de personajes sirven como pasarela para los prominentes miembros de la sociedad y la clase política, los cuales son vanagloriados por el hecho de estar presentes en dichos actos, olvidando sus acciones como funcionarios o empresarios en detrimento del bienestar social.
El caso de Enrique Peña Nieto al cual se pretende construir una intachable imagen a partir de su apariencia y de factores de gran valor para la prensa del corazón es indignante, ya que publicaciones o programas de televisión y radio son los encargados de tomar decisiones de gran importancia para el país, dándole gran cobertura a las acciones que realiza diariamente.
Peña Nieto una especie de Ugo Conti ajeno a los títulos nobiliarios europeos, pero cercano a los poderes fácticos de la sociedad mexicana, ha consolidado su imagen a base de mentiras y apariciones dentro los principales medios de comunicación, que no pierden la oportunidad para hablar sobre su romance con una actriz de telenovelas venida a menos, pero idónea para los objetivos del político mexiquense y la gente cercana a éste. Cabe mencionar que la cobertura de los medios respecto a dicho personaje suele ser jerarquizada dándole preponderancia a los actos en los que reparte algún beneficio a sus gobernados o bien actos públicos en los que normalmente no es interpelado el político mexiquense.
Cual romance de Ugo Conti y Teresa Rondia, la posible boda del gobernador del Estado de México y la llamada “Gaviota” despierta una enorme expectativa, como si la capacidad de un político estuviera determinada por sus actividades sociales y su vida sentimental, por lo tanto de manera implícita se pretende sembrar la idea dentro de la ciudadanía de que es un personaje probado para dirigir al país a partir de 2012, solo por el hecho de ser “guapo” y vivir un romance de ensueño con la señora Angélica Rivera.
Finalmente considero que la clave de la obra radica en la confirmación de que la falta de escrúpulos, honestidad y lealtad son una vía para alcanzar el éxito social, por encima de valores o acciones que son en realidad determinantes para nuestra existencia.

1 comentario:

  1. me gusta el analisis que haces de este gran libro y verdaderamente aciertas en tus comentarios desafotunadamente estamos en un pais donde idealizamos las cosas mas vanales y dejamos de lado los conceptos de principios bien fundamentados, el ejemplo que das de la actualidad politica del personaje de peña nieto es lo mas parecido a la representacion del libro, haces pensar que todos los tiempos son iguales y que el final de dicho personaje podria ser el mismo que el de amadeo, te mando saludos. oswaldo m. hernandez lopez

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