jueves, 21 de enero de 2010

La Revolución Fracasada (1910-2010)


En el año de 1910 dio inicio la “Revolución Mexicana”, curiosamente siete años antes de la llamada “Revolución de Octubre” que marco el inicio de una nueva etapa en la historia de la humanidad. Ambas albergaron la esperanza de un nuevo orden social comprometido con el bienestar común, que velara por el respeto a la libertades individuales y por el pleno desarrollo de la sociedad.
Sin embargo sus fines fueron desviándose de las ideas de progreso y libertad. Por un lado en la ex – Unión Soviética se instauro uno de los regímenes más crueles y autoritarios en la historia, por otro lado en nuestro país el movimiento revolucionario ya institucionalizado detentó el poder durante más de 70 años instrumentando la llamada “dictadura perfecta”, en la cual se simulaba que el pueblo ejercía el derecho a elegir libremente a sus gobernantes y a su vez el Estado cumplía cabalmente con las demandas de sus gobernados, algo que a la fecha es característico del sistema político mexicano.
Realizando un análisis sobre los fenómenos políticos en México de los últimos cien años, la similitud de condiciones que imperaban en los primeros años desataron una revuelta social y son en gran medida similares a las actuales, no obstante estos mismos factores continúan presentándose siendo motivo de inestabilidad política. Como consecuencia es necesario “capacitar y enseñar a los hombres, mediante el conocimiento de las acciones pasadas a conducirse con prudencia en el presente y previsión en el futuro” señaló Thomas Hobbes sobre su traducción a la “Historia de la Guerra de Peloponeso”.2
La tendencia a fundamentar las causas de los fenómenos políticos en los sucesos históricos ha sido un punto en común entre varios teóricos. Personajes como el mismo Hobbes, Maquiavelo, Marx , Engels y en la antigüedad Tucídides determinaron que los hechos históricos repercuten de manera determinante en el orden establecido dentro de una sociedad.
Marx y Engels a través del “materialismo histórico” plantearon que los sucesos históricos establecían una dinámica de transformación constante de una realidad social, por medio de la interacción de elementos contradictorios se lograban cambios que implicaban que en un futuro se estableciera de nueva cuenta esta dinámica y por consecuencia una nueva transformación del orden vigente.
De modo que el cambio social más significativo de los últimos tiempos (la Revolución Mexicana) y las causas principales de esta lucha, el orden que prevalecía dentro de la sociedad en aquellos tiempos era de un pequeño grupo que contaba con enormes privilegios (oligarquía) y un amplio sector de marginados, que conformó el movimiento revolucionario el cual se encargo de conformar el sistema político que aun prevalece (Constitución de 1917, Tipo de Gobierno). A casi cien años de distancia ese mismo orden existe en el país, con un gobierno que permanentemente da señales de incompetencia y falta de sensibilidad por sus gobernados (en particular por los menos favorecidos económicamente).
No debemos olvidar que como sucedió en Francia e Inglaterra, en un principio el movimiento revolucionario encabezado por Madero fue de tintes conservadores encaminado no en transformar la realidad social sino solo a la realización de un cambio político. Sin embargo existía gente comprometida con la esperanza de una transformación profunda, que se encargo de concretar el anhelo de un nuevo “Estado de Cosas”. En el año 2000 la supuesta “transición democrática” tuvo el mismo destino
Tuvieron que pasar casi diez años del inicio de la revuelta social, para que se concretara en cierta medida el objetivo de imponer un nuevo orden dentro de la sociedad, basado en el compromiso del Estado con la sociedad de velar por su bienestar, así como de impedir que se instaurara de nueva cuenta otro grupo oligárquico en el poder.
Las múltiples disputas entre los lideres revolucionarios a causa de los distintos fines que buscaban, propicio una disputa por el poder valiéndose de cualquier medio para conservarlo.
Posteriormente la fundación del PRI y su función como aparato político del Estado instrumentó un sistema electoral a modo que les garantizó la conservación del poder. Así mismo estableciendo distintos métodos de control como la represión, la manipulación de la información y la conformación de un criterio uniforme de los individuos carente de capacidad de análisis y critica.
El auge del capitalismo estableció una dinámica demanda - consumo a nivel mundial y México no fue la excepción, ésta el fin de toda acción era satisfacer una necesidad material, incluso el ámbito cultural a través de las llamadas “industrias culturales” ha sido herramienta de control por parte de los gobiernos capitalistas principalmente.
La “industria cultural” consiste en la producción industrial de elementos culturales en masa, es bien sabido que la cultura es un elemento que ayuda a formar un criterio entre los individuos, de este modo los gobiernos se han encargado de crear una razón en la sociedad carente de critica y enfocada al consumo, que a su vez esta pueda ser controlada por la falta de capacidad de razonamiento que cuestionaría las acciones del Estado y poderes fácticos.
Max Horkheimer fundador de la Escuela de Frankfurt hace una diferenciación entre razón critica y razón instrumental mientras que la primera se enfoca en lograr cambios cualitativos, la segunda como método experimental se enfoca en los cambios cuantitativos. Como consecuencia esta razón instrumental funge como aparato de dominación por parte del Estado.
Horkheimer aplico esta teoría a la Alemania Nazi, la cual con base en la razón instrumental el Nacional Socialismo implantó el principio de ganancia y explotación, simulando que eficacia y utilidad eran consecuencias de la razón instrumental y a su vez sinónimo de progreso científico y tecnológico.
En México la industrialización que impulsaron los gobiernos del PRI, durante la década de los cuarenta y cincuenta en cierta medida logro un relativo incremento en el nivel de vida de la población, sin embargo también tuvo un papel como aparato de control, ya que nuestra sociedad a partir de ese momento se baso en la idea de convertir a los sujetos en objetos y los objetos adoptaron la categoría de fin ultimo en la vida.
Por lo tanto los ciudadanos conciben como sentido de la vida la satisfacción de necesidades materiales.
Gran parte de los postulados de la Escuela de Frankfurt pueden ser adaptados al análisis de la sociedad mexicana y al control intelectual que de manera implícita se ejerce sobre la ciudadanía, el sistema encargado de perpetuar este “estado de cosas”.
Este instituto retomo las ideas de Marx, aplicando a los nuevos elementos del sistema capitalista, como el control intelectual que ejerce el Estado para evitar ser cuestionado por la ciudadanía y por consiguiente la critica.
Theodor Adorno plantea en la obra la “Dialéctica de la Ilustración”, que este movimiento dejo de lado sus anhelos de progreso, educación, justicia social para consolidar un sistema capitalista basado en la explotación del hombre por el hombre. Aplicando este concepto al acontecer político en el México del ultimo siglo, la Revolución Mexicana que tenia similitud en los fines con la Ilustración, de la misma forma olvido su compromiso con la sociedad, algo que normalmente sucede con los distintos actores de la política mexicana que durante sus campañas electorales hacen grandes promesas de cambio y que olvidan extrañamente al llegar al poder.
Adorno de la misma forma señala que la irracionalidad se convierte en política de poder, ya que anula la capacidad de conciencia critica, destruye la capacidad causal de pensamiento y extingue en las masas el anhelo solidario de una sociedad mejor, es decir se logra una especie de apatía de masas que provoca en el individuo falta de interés por los grandes problemas nacionales y un estatismo carente de anhelos de progreso, ya que se concibe que el cambio social es un objetivo inalcanzable e irrealizable.
Por medio de la creación de mensajes artificiales, “La Pseudo Cultura” de Adorno resulta ser el método mas eficaz para disolver la conciencia critica colectiva y consolidar un orden mitológico de comprensión de la realidad, entendiéndolo como una especie de falsa estabilidad política que se nos hace creer a los mexicanos.
La televisión mexicana Televisa, ha fungido como alguna vez una declarara Emilio Azcárraga Milmo como “fiel soldado del régimen priísta” y de los gobiernos panistas recientemente ya que moldea una opinión publica en sus noticieros y programas de análisis acorde a los intereses del Estado autoritario y del Gran Capital, inclusive en los programas destinados a diversión se puede intentar influir en los televidentes.
Cuauhtemoc Cárdenas describió de esta manera la función de Televisa: “Televisa, digámoslo con claridad, se ha constituido en uno de los pilares que hoy sostienen al régimen autoritario que padecemos. Televisa sirve al Estado y se sirve de él para exaltar una política contraria al interés nacional y a los personeros de esa política. Con ese mismo propósito, cada 24 horas desacredita las opciones democráticas, miente sobre la realidad del país, oculta la verdadera dimensión y naturaleza de los hechos sociales y trata de confundir a la ciudadanía sobre el carácter de la lucha política a favor del derecho del sufragio”3.
Es desafortunada la función que tienen gran parte de los medios masivos de comunicación en nuestra sociedad, dejando de lado su objetivo principal de informar a la población y así mismo proporcionarle elementos para que forje un criterio propio basado en las libertades individuales, la capacidad de análisis y critica sobre la situación actual.
Herbert Marcuse otro de los teóricos de la Escuela de Frankfurt y quizá el miembro más activo políticamente, concebía una sociedad unidimensional como aparato de control del Estado Autoritario, esta sociedad expuesta constantemente a la alienación de sus miembros, resultando ser una sociedad en la que la razón instrumental planteada por Horkheimer ha logrado mediante la utilización ideológica de la ciencia y la técnica, una transformación de las necesidades y motivaciones de los individuos y por consiguiente el triunfo del sistema.
Marcuse plantea que el “hombre unidimensional” es aquel que tiene una percepción de la realidad basada en las perspectivas y necesidades que la publicidad y la industria cultural le proponen. Esta unidimensionalidad funge como aparato represor del intelecto.
Un ejemplo de esta situación en México son los mensajes cargados de un optimismo exagerado y cursi por parte del gobierno y los medios de comunicación con sus principales figuras como emisores en el caso de Televisa principalmente, pretendiendo en gran medida justificar la falta de capacidad del gobierno actual y que la sociedad evada la realidad negando la existencia de una situación extrema y aludiendo constantemente a las “ganas” , el “gran corazón” y la “solidaridad” que caracteriza a los mexicanos, es decir una especie de chantaje basado en la utilización de elementos susceptibles para el individuo, lo que implica que se disuelva la capacidad critica de este y por lo tanto abunden en nuestro país los “hombres unidimensionales”.
Por lo tanto es necesario crear una conciencia social que sea participativa, informada y mantenga una postura critica ante los conceptos, valores, perspectivas que se han establecido.

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